Hoy en día existen herramientas, servicios, normativas y buenas prácticas de ciberseguridad que nos permiten mitigar los riesgos a los que se exponen nuestros activos digitales y sistemas que los procesan.
Por esto surgen las siguientes incógnitas:
- ¿Por dónde empezar y hacia dónde ir?
- ¿A qué riesgos estamos expuestos?
- ¿Cuáles deberían ser las prioridades?
- ¿Dónde deberíamos invertir?